La ciudad de Atalaya es uno de los muchos pueblos aislados de Perú que no están conectados a la red eléctrica principal peruana. El potencial de la energía solar en esta región es enorme, por lo que en octubre de 2020 se puso en marcha una central solar de 500 kWp que proporcionará energía limpia a más de 12.000 habitantes y permitirá un suministro energético estable y seguro. La central solar se acoplará a una central térmica ya existente, así como a una central hidroeléctrica, lo que la convierte en la primera solución fotovoltaica inteligente instalada en Perú.